viernes, 22 de agosto de 2014

Nieto 114 y los políticamente GORE

El 5 de agosto del 2014 apareció el nieto de Estela Carlotto, Guido. Para muchos fue una inmensa alegría genuina. Para otros, la oportunidad de posicionarse políticamente en el escenario. 

Sabemos que se puede ser políticamente correcto, por ejemplo Rodríguez Larreta escribió en su Facebook (él o un gosth rider, da igual), “Hoy es un día histórico. Hay una abuela que recuperó a su nieto. Felicidades para la familia Carlotto”. 

Pero como uno es uno mismo y su entorno, o sus condiciones, los comentarios subyacentes denotan el carácter impostado del funcionario PRO. Renglón seguido, un simpatizante agrega: “Nada para festejar, nada de histórico....HOY PADRES SE QUEDARON SIN SU HIJO PORQUE SE LO MATARON SALIENDO DEL GIMNASIO, Y NADIE ENCONTRO AL ASESINO.......LA HISTORIA ES OTRA COSA”. Trescientos veinte me gusta!!! Y no es un comentador aislado, otro agrega: “larreta por favor, soy ultra PRO y te admiro.. pero si ustedes tambien van a apoyara a los asesinos montoneros , chau pro !”. Así cuatrocientos setenta comentarios más, todos del mismo calibre.





Maria Eugenia Vidal también comentó: “Hoy los argentinos nos emocionamos con Estela y su nieto. Ella nunca bajó los brazos y hoy llegó ese momento que tanto soñó.“ a renglón seguido “ES UNA DE LAS MENTIRAS MÁS GRANDE DE LA HISTORIA......!” De estos le siguen ciento cincuenta y cuatro más.

La gente de a pie que comenta en una red social está exenta de ser políticamente correcta. Un comentario como cualquiera de los vomitados por los seguidores anónimos puede significar un verdadero infierno mediático para un funcionario o candidato. Larreta y Vidal eligieron el estrecho margen de los políticamente correctos; otros de su palo prefirieron no emitir juicio alguno.

Existen otras posibilidades. Se puede ser políticamente incorrecto, producto de una torpeza o descuido. Como cuando Binner twitió "Obvñzfhnhxds"; o por un error de calculo o arrebato de calentura; ahora recuerdo los dichos de Carrió sobre el velatorio de Néstor, “fue armado por Fuerza Bruta”, o los de Sanz, sobre la Asignación Universal por Hijo, “se va por la canaleta de la droga y el juego”; o la piña que le pegó D´Elia a un ruralista durante los conflictos del 2008.

Más allá de la etiqueta de la política electoralista, o su infracción, existe un territorio oscuro y tenebroso que se propaga en las redes sociales; son los políticamente Gore. El gore  aparece como género para clasificación de películas. Por ejemplo, las películas pornográficas son para mayores de 18, las gore para mayores de 21. En ellas aparecen, producto de efectos especiales, o no, mutilaciones, suicidios, accidentes, fusilamiento, ejecuciones de todo tipo, etc. Ese es el registro de las llamadas películas splatter o cine gore. Permítanme el desplazamiento de sentido para clasificar posiciones políticas en lugar de películas. 



El mundo de lo políticamente gore es tremendo. Uno de sus tópicos dice que el nieto 114 es una pantalla del gobierno para tapar el momento difícil del país. Pero no se quedan allí, la recuperación de nietos sería una estrategia recurrente del gobierno para tapar cada momento difícil. Así lo detallan: Agosto de 2014 aparece Guido Carlotto en medio del default; en agosto de 2013 aparece Pablo Laschan un día antes de la marcha del “8-A”; en octubre de 2012, María Mercedes Moreno en medio del paro y la protesta de gendarmes y prefectos; agosto de 2012, Pablo Javier Gaona Miranda, el día que el Gobierno interviene Ciccone; agosto de 2011, Laura Reinhold Siver, días después de que Zaffaroni reconoció tener una cuenta en Suiza; abril de 2011, Ricardo Horacio Klotzman, el día después del discurso de Bergoglio sobre “la necesidad del diálogo y evitar la crispación”.

Agudo hermeneuta; se le escaparon un par de detalles menores: que los represores apropiaron más de quinientos niños en operativos y salas de torturas; y que en este país la estabilidad política es frágil y el activismo febril.

Habría que preguntarle qué buscó ocultar el gobierno con la resolución de los casos 111, 112 y 113... Mónica, Alicia y Laura, tres mujeres secuestradas, torturadas y fusiladas antes de dar a luz; cuyas identidades, y las de sus hijos, fueron resueltas el último 30 de abril. 

Como quieran, de nada sirve argumentar contra quienes tienen tal agudeza interpretativa y desde la más tenebrosa de sus elucubraciones llaman al Banco Nacional de Datos Genéticos la Fabrica de Nietos Recuperados.   

La identificación de personas vía información genética es un procedimiento novedosísimo que permite llegar tener un 99,9% de certeza. Pero para los tenebrosos gore se manipula el índice de abuelidad del mismo modo que el de inflación. 



La demencia y la idiotez se definen por  la ausencia de juicio, por la falta de criterio o racionalidad. Estos tipos no carecen de racionalidad, no son idiotas o imbéciles. Todo lo contrario, abusan del recurso argumentativo y la palabrería. Lo mejor de estos tipos es cuando argumentan, todo lo que dicen tiene una consistencia, todo cierra (sobre sí, pero cierra). Y tan cerrado está que no queda otra que la paranoia y la conspiración. Sus post explicativos son extensísimos. Es como si quisieran revocar lo irrevocable por medio del abuso a la palabra; una especie de conjuro muy largo para borrar eso que no tiene lugar en su coherencia obesa de frases.

Cerramiento extra racional, super argumentado, donde van eliminando los contactos que no concuerdan, los amigos que difieren. Van construyendo un circuito cerrado de sentido común densamente argumentado. ¿Vieron que las redes sociales tienen el riesgo de ir eliminando, dejando de seguir, de tener de amigo al que no piensa igual?. Entonces llegan a producirse verdaderos pequeños ecosistemas radicales. Ideologías auto sustentables que organizan el mundo circundante y la historia de tal modo que nada falle desde el argumento.

Leyendo sus argumentos, y padeciendo la densidad de los mismos, recordé un episodio de la historia de la ciencia. Resulta que el geocentrismo ptoloméico había mejorado en mucho el aristotélico. Pero seguía fallando en la predicción y explicación de movimientos de cuerpos celestes. Para dar en el clavo, los defensores del geocentrismo elaboraron una explicación  ad hoc llamada ecuante, una especie de movimiento en forma de rulo que hacían los planetas y estrellas. Por medio del ecuante los ptoloméicos lograban explicar aquello que no entraba en la coherencia geocéntrica. El costo de esta nueva explicación eran complejos y frondosos esquemas de órbitas con formas de rulos y garabatos. Complejidad que devino irrisoria cuando Copérnico tomó un catalejo para avistar barcos en el horizonte y lo apunto al cielo.



Pero los defensores del geocentrismo, obeso de explicaciones, no quisieron mirar el ADN, perdón, quise decir el lente. Que Laura Carlotto era estéril, que murió en un enfrentamiento en 1977 y Guido nació en 1978; que Guido es un militante K y todo esto de los nietos es una mezcla de cortina de humo y maniobra espuria para robarse los subsidios a víctimas del terrorismo de Estado. ¡No se imaginan qué densos y minuciosos son los argumentos qué explican lo inexplicable! 

Por mas verdad completa que reivindiquen los políticamente tenebrosos, o los tibios, que esgrimen la teoría de los dos demonios, nunca van a tener un caso de apropiación de nietos inverso; nunca vamos a ver en la portada de los pasquines y noticiosos un nieto apropiado por la guerrilla. 

lunes, 11 de agosto de 2014

Cover de Nietzsche

                                           

                                           I)

Aquí yo, Nietzsche, aquí el hombre, ecce homo. Un hombre bien conformado, siempre agradable, formado de madera dura y tierna y de exquisito perfume, todo a la vez. Mi única aspiración es el bienestar, limitarme solo a lo conveniente.

De todo cuanto veo y oigo logro una consecuencia favorable. Pero antes que nada sé dejar pasar las cosas sin retenerlas.

Me complace la soledad, pero puedo frecuentar y comprender libros, gentes y paisajes. Cuando me entrego al otro le hago honor, nunca porque si, o para huir de la soledad.

Nunca voy detrás de las seducciones, me limito a examinarlas. No creo en la mala suerte ni en las faltas o pecados. Si es preciso puedo destruir a los demás, incluso destruirme a mí mismo y luego llegar al olvido.

Tengo la fortaleza para que todo, inevitablemente, se cambie en favorable.

                                           II)

¿Porque soy tan listo? Porque nunca he reflexionado sobre cosas que no existen, porque nunca me he desperdiciado. No es que no me equivoque, pero si algo fracasa, no hay remordimiento, simplemente honro el fracaso.

Si uno quiere conseguir el máximo de virtud no debe buscar más allá. Cualquier cosa que nos trascienda no es más que la prohibición de pensarnos.

Todo se resume a los siguiente: ¿Cómo debo nutrirme para conseguir el máximo de virtud? ¿Cuál debe ser el clima donde establecer mi residencia? Y por último ¿Cómo debo recrearme?




1) Yo no he sabido alimentarme hasta bien entrado en años. Estuve comiendo de modo impersonal, sólo para que se beneficiaran los cocineros.

En mi caso se trata de la cocina alemana la cual ha logrado abarrotar el estomago sin nutrirme de modo suficiente. Una alimentación que negaba mi voluntad de vivir.

La cocina alemana tiene enormes desventajas, la sopa antes de la comida, en ella hay carne cocida, legumbres mantecosas, y fritanga dura como pisapapeles. A ello súmenle la necesidad de beber abundante alcohol después de cada comida. Todo el idealismo alemán es producto de ese espíritu que nace de los intestinos atormentados.

El tabaco no es más que una pendejada y luego una mala costumbre.

Siempre me fueron nocivas las bebidas alcohólicas. Basta un vaso de vino o de cerveza diario para que la vida se transforme para mí en un valle de lagrimas.

Una dosis pequeña de alcohol me pone mal humorado, una gran dosis me transforma completamente en un marinero.

Aun siendo enemigo acérrimo de los vegetarianos nunca me cansare de aconsejar absoluta abstinencia de alcohol. ¡En cambio el agua! Me fascinan los lugares donde existe agua corriente para sumergirme en ella. Para mí la inteligencia nace del agua.

Este es mi consejo, debemos antes de una comida sustanciosa, lograr que el estomago entre en total actividad. Hay que conocer para ello la capacidad estomacal de cada uno. Se deben evitar comidas interminables como las fiestas, restoranes y banquetes.




No se debe beber durante la comida, mucho menos café; a parte el café nos vuelve tristes. El té en cambio es saludable. Hay que tomar pequeñas dosis bien cargadas. También es bueno un cacao bien espeso.

Todos los prejuicios tienen un solo origen; no la cultura, no la educación, sino un origen intestinal.

2) El clima está estrechamente ligado a la nutrición. La influencia climatológica es determinante sobre la persona que asuma una tarea. La mala elección del ambiente puede hacer que uno carezca de ese pensamiento superior que dice “soy el único capaz de hacer esto”.

El clima inadecuado puede transformar un genio en un inútil. Los genios que residieron en regiones secas (Paris, Provenza, Florencia, Jerusalén, Atenas,) siguieron siéndolo. Este clima favorece una rápida digestión, la cual permite incorporar sin malestar alguno enormes cantidades de fuerza y energía.

El mejor clima es a 2000 metros a nivel del mar: el aire seco de la montaña. Para que tengan una idea es como la sierra en Córdoba.

3) A la elección nutritiva y climatérica debe añadirse otra muy especial e importante, la del recreo. Respecto de mi modo particular de ser, toda clase de lectura es un recreo. Un descanso superficial. En cambio cuando trabajo no verán un solo libro junto a mí.

¿No han notado que durante el periodo de trabajo, o incubación, ocurre una  violenta tensión, y allí la mínima influencia exterior nos hiere profundamente?

Hay que evitar a toda costa la influencia exterior. Uno de los primeros mandamientos de la buena gestación intelectual es el emparedamiento, levantar una muralla alrededor de nosotros mismos.

Una vez terminado el trabajo vengan los libros. Pero no cualquiera, siempre recurro a los mismos, unos pocos.




                                            III) 

Sobre la alimentación, el clima y el recreo debe preservar el instinto de conservación. Ese instinto inequívoco que sirve para defendernos del mundo exterior. Debemos abstenernos de ver ciertas cosas, de oírlas, de dejarlas llegar hasta nosotros. 

No solo debemos decir no cuando estamos por decir si faltos de convencimiento, sino decir no lo menos posible. Debemos decir no la menor cantidad de veces, debemos alejarnos de todo aquello, personas, cosas o situaciones,  que nos obligue  siempre a contestar que no.

                                           IV) 

Mi fórmula para la grandeza es sencilla: amor fati. No basta soportar lo cotidiano, lo necesario, lo inevitable, lo mundano, lo rutinario, lo intransferible, hay que amarlo también; lo necesario hay que amarlo.