martes, 21 de julio de 2009

De la disciplina al control


Transformaciones en la sociedad disciplinaria, y sociedad de control

El pasaje de una forma de gobierno a otra implica una reorganización de las conexiones entre racionalidades políticas y tecnologías de gobierno. (Pablo de Marinis 1999:87) En nuestro trabajo vamos a revisar el pasaje de una forma de gobierno a otra pero haciendo hincapié en las tecnologías de gobierno. Las técnicas de gobierno implica del mismo modo, gobierno de sí, o gobierno de los otros. Estas técnicas de gobierno comparten con otras la “matriz de la razón práctica” (Michel Foucault, 1990:48) . Foucault las enumera: 1) técnicas de producción; 2) técnicas de sistemas de signos; 3) tecnologías de poder; y 4) tecnologías del yo. “este contacto entre las tecnologías de dominación de los demás y las referidas a uno mismo es lo que llamo gubernamentalidad”. (Michel Foucault 1990:49)
Por razones de espacio material no vamos a desarrollar el pasaje de la forma de gobierno desde la perspectiva de la racionalidad política. Nos limitamos a señalar este punto como el repliegue de una racionalidad welfariana y emergencia o reactivación de una neoliberal.
El objetivo es, entonces, dar cuenta del cambio de gubernamentalidad desde la perspectiva de las tecnologías de gobierno. Desde este ángulo intentaremos explicar lo que Pablo de Marinis presenta en el siguiente extracto “Así, veremos como pueden coexistir en una misma situación de poder un conjunto de técnicas que pueden parecer a primera vista como muy avanzadas (las técnicas de empowermwnt y de autorresponsabilización de grupos y comunidades (...) ), con retóricas welfaristas (...), con dispositivos meramente disciplinarios de sujeción de poblaciones, con pura violencia, razón de Estado y exclusión desafiliadora y descalificadora. “( Pablo de Marinis.1999:97)
Trataremos de ver cómo una sociedad eminentemente disciplinaria da lugar a la colonización de la prácticas de dividuación. Creemos que hoy en día éstas últimas no son hegemónicas; por ello hablamos de un momento de emergencia de dichos procesos. Más adelante (en el punto X) vamos a ver qué tipo de relación se traban entre ambas prácticas. Pero adelantamos que la producción de dividuos no releva masivamente a las disciplinas.
El texto de G. Deleuze, posdatas sobre la sociedad de control, va a servir de material principal. A lo largo del trabajo vamos a retomar cosas de este texto y lo conectaremos con la bibliografía obligatoria y la secundaria. Vamos a retomar el texto en varias direcciones: para criticarlo, para continuarlo, para desarrollar una idea propia, para acercar otra.

I) CRISIS DE LAS DISCIPLINAS
El primer punto de análisis es la crisis de la sociedad disciplinaria.
“Foucault situó las sociedades disciplinarias en los siglos XVIII y XIX; estas sociedades alcanzan su apogeo a principios del XX, y proceden a la organización de los grandes espacios de encierro” En (Gilles Deleuze posdata sobre las sociedades de control
http://www.philosophia.cl)
. (...) “Pero lo que Foucault también sabía era la brevedad del modelo: sucedía a las sociedades de soberanía, cuyo objetivo y funciones eran muy otros (recaudar más que organizar la producción, decidir la muerte más que administrar la vida); la transición se hizo progresivamente, y Napoleón parecía operar la gran conversión de una sociedad a otra. Pero las disciplinas a su vez sufrirían una crisis, en beneficio de nuevas fuerzas que se irían instalando lentamente, y que se precipitarían tras la segunda guerra mundial: las sociedades disciplinarias eran lo que ya no éramos, lo que dejábamos de ser.” (Ibídem.)
Final de la segunda guerra mundial, como límite o umbral que índica un corte. Allí se inscribe el acontecimiento como corte en una serie.
En 1978, el mismo Michel Foucault nos da información sobre lo que ocurrió luego de ese acontecimiento post-bélico, en el texto “Nuevo orden interior y control social”.
En este texto Foucault evalúa, en torno del problema energético (es decir, la supuesta escasez), las distintas transformaciones del orden interno; y el rol del poder, o del estado, en ello.
Señala que el orden interno adquiere cuatro nuevas características:
1) “En primer lugar el marcaje, la localización de un cierto número de zonas que podemos llamar “zonas vulnerables”, en las que el Estado no quiere que suceda absolutamente nada” (Michel Foucault 1991:165)
2) ”En segundo aspecto –ciertamente interrelacionado con el primero. Es una especie de tolerancia: la puntillosidad policíaca, los controles cotidianos-bastante torpes- van a relajarse puesto que, finalmente, es mucho más fácil dejar en la sociedad un cierto porcentaje de delincuencia, de ilegalidad, de irregularidad: estos márgenes de tolerancia adquieren así, un carácter regulador. “ (Michel Foucault 1991:165)
3) “El tercer aspecto: controlar desde lejos dichos márgenes- es un sistema de información general”. (Michel Foucault 1991:165)
4) “el cuarto aspecto para que este nuevo orden interior funcione, es la constitución de un consenso que pasa, evidentemente, por esa serie de controles, coerciones e incitaciones que se realizan a través de los mass media y que, en cierta forma, y sin que el poder tenga que intervenir por sí mismo ... va a significar una regulación espontánea ... a través de sus propios agentes”(Michel Foucault 1991:166)

Resumo:, nuevo orden interno en la sociedad de control: 1) marcaje de zonas vulnerables, 2) tolerancia de ilegalismos fuera de las zonas, 3) control a distancia de los márgenes, 4) promoción de la regulación espontanea-autogestiva.

Hasta aquí dimos cuenta de un proceso, cuyo grado cero ubicamos a mediados de la década del 40; y prácticamente atañe a todo el mundo pero cualitativamente se concentra en occidente. Luego vimos los efectos sobre el orden interno a una distancia de 33 años (1945-1978).

II) EL PROBLEMA DEL PASAJE
Aquí ponemos el primer corte. Se presenta el problema de comprender el problema del pasaje de la sociedad disciplinaria a la sociedad de control.
La lectura del texto central nos induce a error. Dice: “la fábrica era un cuerpo que llevaba a sus fuerzas interiores a un punto de equilibrio: lo más alto posible para la producción, lo más bajo posible para los salarios; pero (...) la empresa se esfuerza más profundamente por imponer una modulación de cada salario” en (Gilles Deleuze posdata sobre las sociedades de control
http://www.philosophia.cl)
Por la constante modulación del individuo –ejemplo de los salarios- el sujeto es dividido en sí mismo. Antes había un molde y la plastilina subjetiva se amoldaba (disciplinas); ahora el poder, según Deleuze, ha logrado un nivel altísimo de modulación respecto de cada sujeto. Que el poder sea modular significa que se puede adecuar a cada caso y con elevados niveles de especificidad. Dicho así parecería que un mayor grado de una cualidad inherente de las disciplinas han provocado el pasaje de una sociedad a otra. Pero ésta es la lectura que queremos evitar.
Lo que no está dicho en el texto es que entre los procedimientos de individualización y de dividuación no hay continuidad. No hay una mutación serena de la anatomopolítica que ha devenido tecnologías productoras de dividuos. Hay un corte entre ambos procesos. No hay continuidad entre la anatomopolítica y la producción de dividuos. Hay quiebre.
Pero este corte no es masivo; en el pasaje operan continuidades entre la biopolítica que produce masa (el aspecto biopolítico de la sociedad disciplinaria) y la producción de “bancos de datos”, en la sociedad de control. Pero de esto nos encargaremos más adelante.

Hasta acá lo central es que el pasaje de las disciplinas a los controles no se realiza por relevo, o recambio. Los dividuos no vienen a reemplazar a los individuos en la producción social de subjetividad.

III) EL PROBLEMA DEL PASAJAE EN LA SUBJETIVIDAD

La raíz de este problema reside en la substancialización de la idea de individuo. Cuando se plantea el pasaje de unas condiciones socio-historícas a otras, existe una antropología que proclama al individuo como invariante subjetiva.
Sortear este problema nos va a desviar un poco, pero valdrá la pena; no queremos que se nos acuse de pereza.
“Creo que existe una cierta pereza teórica, política, o si así lo prefieren, una cierta pereza moral, que es la peor, cuando se dice que es siempre igual, que el orden de hoy es igual que el orden de ayer..." (Michel Foucault 1991:163) .

En primer lugar hay que encarar una desustancialización de la idea de individuo:

1) Buscamos en la bibliografía que tenemos a mano una definición del término. El diccionario de sociología política de Aníbal Angelo Rodríguez dice:
Individuo/individualismo:
“Hasta el siglo XVII, la voz individuo se utilizaba solo para designar a un ser vivo (“in-divisum”) en relación y para distinguirlo de su grupo de pertenencia. Algo que no podía ser dividido en oposición a un conjunto que si era divisible...por sus individuos”. “Hacia la fecha indicada la palabra comienza a tomar otro significado que lo acerca a “persona”, pero ese cambio solo puede entenderse en relación con una tendencia intelectual que está, por entonces, asomando en el horizonte: el Ilusminismo, uno de cuyos componentes es el individualismo” (Aníbal Angelo Rodríguez 2002 :326).

2) Jean-Jaccques Rousseau (1712-1778)
El contrato Social
¿Cómo llega el homo sapiens a ser individuo?. En este texto buscamos la respuesta a esta pregunta y encontramos que los hijos “nacen hombres y libres” (Rousseau, pág. 15 s/ ed.). Y luego que “Renunciar a su libertad es renunciar a su cualidad de hombre” (Rousseau, pág. 16 s/ ed.). Se lo puede despojar de esa libertad. Pero la naturaleza asegura que cuando nazca sea portador de la misma.
La fuerza que lo determina como hombre, como individuo, es asegurada por las potencias de la naturaleza; no del hecho social. La individuación está dada por un hecho natural. El hombre es hombre mucho antes de participar del pacto social.
Rousseau piensa el pasaje del estado natural al pacto social: “Supongo a los hombres llegados a ese punto en que los obstáculos que se oponen a su conservación en el estado de naturaleza superan con su resistencia a las fuerzas que cada individuo puede emplear para mantenerse en ese estado” (Rousseau, pág. 21 s/ ed.).. Y luego “Ahora bien como los hombres no pueden engendrar fuerzas nuevas sino sólo unir y dirigir aquellas que existen no han tenido para conservarse otro medio que formar por agregación, una suma de fuerzas que pueda superar la resistencia” (Rousseau, pág. 21 s/ ed.). Como vemos, antes de formar el vínculo social el hombre ya era tal en el estado de naturaleza.
Respecto de la libertad opera un distinción, existe la libertad natural y la civil.
Cuando Rousseau se refiere a la libertad natural dice “no tiene más límites que las fuerzas del individuo” (Rousseau, pág. 26 s/ ed.). En cambio la libertad civil está limitada por la voluntad general. Ya vimos que la libertad civil y la voluntad general son del campo de las convenciones, no son naturales. La libertad cívica, tiene un valor superlativo respecto a la naturales, es “lo único que hace al hombre auténticamente dueño de sí” (Rousseau, pág. 26 s/ ed.). Más allá de la propiedad de sí, del tipo de libertad, cívica o natural, el individuo sigue siendo el fundamento: dueño de sí, o no, al principio siempre hay hombre.
Lo natural es fundamento universal del pensamiento sobre el individuo.

3) Sigmund Freud (1856-1939)
En primer lugar, una de las diferencias fundamentales es que Freud piensa la individuación como un proceso, una psicogénesis.
Segundo, el lugar en que queda la naturaleza respecto del individuo. Con Rousseau lo natural aseguraba la condición de hombre. Freud piensa otra cosa. “Desde su comienzo mismo, el ser vivo elemental no habría querido cambiar” (...) “lo que habría dejado la impronta en la evolución de los organismos sería la historia evolutiva de la Tierra y sus relaciones con el Sol” (...) “Hasta se podría indicar cuál es esta meta final de todo bregar orgánico” (...) “Ha de ser más bien un estado antiguo, inicial, que lo vivo abandonó una vez “ (...) “La meta de toda vida es la muerte; y retrospectivamente: Lo inanimado estuvo ahí antes que lo vivo” (Sigmund Freud.1984 a: 38)
Lo que la naturaleza asegura no es más que un “bregar orgánico”, que persigue un destino cíclico y de hierro. El organismo no asegura al individuo (que Rousseau daba por hecho en su estado de la naturaleza). En el estado de la naturaleza de Freud la Tierra y el Sol son los sujetos de la determinación. La relación entre la naturaleza y la psique es conceptuada por Freud como “punto de apoyo”. La organización del sujeto psíquico no está determinada por la organización biológica; pero en razón del punto de apoyo, tampoco está absolutamente librada de ella. Por ejemplo, no podría existir la pulsión oral sin la boca .
La “vida anímica” no es reductible al “bregar orgánico” y además tiene sus complejidades, por ejemplo un adentro y un afuera. “Este yo nos parece autónomo, unitario, bien deslindado de todo otro. Que esta apariencia es un engaño, que el yo ,más bien se continúa hacia adentro, sin frontera tajante, en un ser anímico inconsciente que designamos ello”. (...) “Pero hacia fuera, al menos, parece el yo afirmar unas fronteras claras y netas” (Sigmund Freud.1984 b: 67)
El individuo de Rousseau no poseía estas complejidades, no tenía esa vida interior, se lo calculaba dado y cerrado. O a lo sumo, si se suponía en él cierta interioridad, Freud va a mostrar “cuán lejos estamos de dominar las peculiaridades de la vida anímica mediante una figuración intuible” (Sigmund Freud.1984 b: 71) .

Resumiendo:
Por un lado, la naturaleza que asegura la humanidad del hombre en Rousseau queda con Freud relegada a lo fisiológico; y la relación del proceso de individuación con la naturaleza es reducida a “punto de apoyo”. Por otro lado presenta un individuo estratificado en su interior, y cuyo juego de reglas desconocemos. El individuo de Rousseau y la entidad psíquica de Freud se diferencia en su génesis; el primero nace hombre y el segundo hace un recorrido.
Una última observación: Cuando vemos cómo accede Freud al individuo nos damos cuenta que el individuo de Rousseau y el de aquel son distintos. Está claro que Freud tiene al individuo frente a él, que sus notas son producto de la observación, del análisis. En cambio Rousseau nunca vio al hombre en su estado natural. El Estado natural y el hombre en sí son hipotéticos. El individuo de Freud es empírico, es su material de análisis, su objeto de estudio.

4) Cornelius Castoriadis (1922-1999)
Freud y Castoriadis comparten el hecho de pensar la individuación como proceso.
Recordemos que Rousseau lo daba por un hecho natural. Pero Castoriadis abre la posibilidad de pensar lo histórico social en relación con el proceso de producción de individuos.
Con Rousseau lo histórico social está soslayado a favor de juegos de retórica y de lógica, evocación de metáforas bíblicas, y situación de ficción. En el texto de Freud, vimos que el afuera del sujeto psíquico queda configurado como un objeto de la experiencia constitutivo del principio de realidad. Freud le otorga al plano histórico y social el sitio de “mundo exterior”, en el cual se mezclan junto con la naturaleza.
Castoriadis trata de distinguir, en aquello que Freud llama “realidad exterior”, separar la realidad natural, de la realidad social. “La obstinada negación de lo imaginario tiene su contrapartida simétrica y consustancial en la negación obstinada que el psicoanálisis opone en general al carácter histórico de la realidad” (Cornelius Castoriadis 1999: 250). Lo que quiere decir es que la realidad “en la que imperan la sociedad y sus instituciones” está indeterminada en la teoría freudiana “y que demasiado a menudo ha sido identificada con un “realidad natural” pretendidamente simple e indudable” (Cornelius Castoriadis 1999: 240).
Y no sólo va a decir que ese exterior del que hablaba Freud, no puede ser resumido como realidad natural, también agrega que la realidad social y la psíquica están hechas del mismo elemento, aunque permanezcan irreductibles en sus formas la una para la otra. “por una parte, la psique como imaginario” (...) “y por la otra parte, lo histórico social como imaginario social” (...) “significados que la psique como tal es incapaz de producir” (Cornelius Castoriadis 1999: 240).
Con Freud teníamos dos entidades, la realidad exterior y lo anímico. Con Castoriadis la realidad de Freud se desdobla, y quedan tres entidades: la anímica o psíquica, la realidad natural, y lo histórico social. Agrega además que “sociedad y psique son inseparables e irreductibles a la vez” (Cornelius Castoriadis 1999: 250).

El individuo socialmente instituido llega a ser tal por medio de un proceso que consta de la apertura de la mónada psíquica, (estado más arcaico de la psique), hasta entrar en contacto con las significaciones sociales. Este movimiento tiene dos polos: un polo es la constitución del modelo identificatorio. Por ejemplo: depende la sociedad que se trata ofrecerá al proceso de individuación unos modelos identificatorios y no otros: “el cazador, el guerrero, el artesano, el mater familias, la incipiente estrella cinematográfica, el militante, el inventor, etc.” (Cornelius Castoriadis 1999: 245). Y en el otro polo del proceso reside “la singularidad de la imaginación creadora” del individuo. Es decir, una vez desplegada la socialización de la psique “el individuo puede y debe encontrar placer en una modificación del “estado de cosas”. (Cornelius Castoriadis 1999: 243). En resumen, los dos polos son lo que ya está antes de la llegada de ese sujeto y lo que el sujeto pueda crear como novedad.

La ganancia radical con los dos autores anteriores es que éste presenta un modelo que posee dos puntos que se abren a lo radicalmente nuevo: la imaginación radical en el individuo y el magma de significaciones sociales instituyentes. Pero salvo esta apertura a lo radicalmente nuevo el individuo queda definido como: un proceso ; ya desde Freud, que entra en relación con otros dos campos: la naturaleza, sobre la que sólo se apoya, y la dimensión histórica y social.

El individuo social, el proceso de individuación, es la invariante del modelo. La subjetividad en este caso será siempre determinada como individuo social. Lo que permanece indeterminado es el contenido de los elementos imaginarios, psíquicos o sociales. Es decir, siempre hay individuo socialmente instituido. Lo que cambia es el modelo identificatorio y la relación del sujeto respecto de las significaciones socialmente instituidas.
Lo que va a hacer Michel Foucault, respecto del modelo de individualización, es ponerlo en la historia efectiva. El proceso de individualización en Michel Foucault tiene una historia, una fecha de inauguración, y un momento de agotamiento. La subjetividad es determinada como individuo social sólo en un período específico. Ello depende de tecnologías de poder y no de una génesis psico-bio-social.

5) Michel Foucault (1926 –1984)
Nietzsche , la genealogía y la historia.(1971)
La distinción que hace aquí es entre el concepto de origen y comienzo histórico. “El origen está siempre antes de la caída, antes del cuerpo, antes del mundo y del tiempo; está del lado de los dioses y al narrarlo se canta siempre una teogonía. Pero el comienzo histórico es bajo, (...) irrisorio, irónico, propicio a deshacer todas las fastuosidades (Michel Foucault 1979: 10). La genealogía busca el comienzo: “Hacer la genealogía de los valores, de la moral, del ascetismo, del conocimiento no será por tanto partir a la búsqueda de su “origen”, minusvalorizando como inaccesibles todos los episodios de la historia; será por el contrario ocuparse en las meticulosidades y en los azares de los comienzos” (Michel Foucault 1979: 11).
La genealogía no va a buscar el origen del individuo, que siempre va a ser metafísico, sino su comienzo histórico. Aquí el quiebre con Castoriadis, quien con su modelo del individuo social intenta mostrar el origen (lo imaginario) borrando el comienzo histórico del mismo.
Se trata de insertar el proceso de individualización en la historia efectiva: “La genealogía, como análisis de la procedencia, se encuentra por tanto en la articulación del cuerpo y de la historia. Debe mostrar al cuerpo impregnado de historia, y a la historia como destructor del cuerpo”. (Michel Foucault 1979: 15).
Así el individuo social no debe entenderse como una significación que permanece, y en ella se van sucediendo sus distintas figuras o modelos identificatorios. Hay que buscar, en la intersección del cuerpo y la historia, el sitio de emergencia de esa figura que llamamos individuo social.
Si algo falta decir para que quede claro la ruptura entre Castoriadis y Foucault, veamos que piensa el último sobre la historia efectiva: “La historia “efectiva” se distingue de la de los historiadores en que no se apoya sobre ninguna constancia: nada en el hombre –ni tampoco su cuerpo- es lo suficientemente fijo para comprender a los otros hombres y reconocerse en ellos” (Michel Foucault 1979: 19). ( Cuando dice “nada”, vale también para todo imaginario).

Esperamos que haya valido el desvío. Para cerrar este punto nos quedamos con lo siguiente: nada “es lo suficientemente fijo para comprender a los otro”. Por lo tanto, si ocurre una alteración en los procesos de individuación “podría apostarse a que el hombre se borraría, como en los límites del mar un rostro de arena” (Michel Foucault 1998 a): 375)

IV) LA ANATOMOPOLÍTICA

Como ya dijimos el individuo no es una invariante subjetiva. La anatomopolítica es la responsable de la producción de individuos.

Existe un recorrido histórico de las tecnologías de individuación.
a) Individualidad colectiva en la sociedad de soberanía
b) Emergencia de la anatomopolítica
c) Crisis de las técnicas disciplinarias.

a) Individualidad colectiva

En el Antiguo Régimen, o sociedad de soberanía, el poder organiza el campo de las visibilidades de una forma determinada, quien tiene el poder se hace visible, es individualizado; en cambio quien no lo tiene permanece en las sombras y subjetivamente participa de una individualidad difusa y colectiva.
En esa multitud dos sujetos son individualidades biológicas distintas, dos homo sapiens diferenciados; pero participan de una misma identidad individual colectiva. Una identidad colectiva que los definía a cada uno como el mismo individuo.
Para poder dar cuenta de esto recurrimos a un trabajo de M. Bajtin sobre la cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento. Allí este autor estudia el estilo llamado realismo grotesco, encontrando que se halla enraizado en la cultura popular de dicho período. Las imágenes del arte grotesco nos permiten acceder a la realidad subjetiva de la masa difusa que asiste a los suplicios y a las ferias y carnavales, ambos en la plaza pública.
En la masa popular los cuerpos se confunden unos con otros, pero ocurre también que “Las fronteras entre el cuerpo y el mundo se borran, uno asiste a una fusión del mundo exterior y de las cosas”. (Mijail Bajtin 1994: 279)
El cuerpo del sujeto no coincide con el individuo de la sociedad disciplinaria; “el cuerpo grotesco es un cuerpo en movimiento. No está nunca listo ni acabado: está siempre en estado de construcción, de creación y él mismo construye otro cuerpo; además, este cuerpo absorbe el mundo y es absorbido por éste” (...) “él se desborda, rebasa sus propios límites, y activa la formación de otro (o segundo) cuerpo: el vientre y el falo (...) estas partes pueden también separarse del cuerpo, tener una vida independiente. (Mijail Bajtin 1994: 285). Por último dice: “el cuerpo individual está totalmente ausente en la imagen grotesca” ( Mijail Bajtin 1994: 286)
La vivencia de esta individualidad colectiva no era sólo de hecho; existía un saber explícito sobre dicho rasgo subjetivo. En las palabras y las cosas, Foucault se refiere a la organización del saber durante el Renacimiento; explora sus categorías principales e indaga en la de semejanza. “La semejanza impone vecindades que, a su vez, aseguran semejanzas. El lugar y la similitud se enmarañan: se ve musgo sobre las conchas, plantas en la cornamenta de los ciervos, especie de hierba sobre el rostro de los hombres; y el extraño zoófito yuxtapone, mezclándolas, las propiedades que lo hacen semejante tanto a la planta como al animal” (Michel Foucault 1998 a): 27) .

b) Emergencia de las técnicas disciplinarias
Sobre esa masa confusa, o individualidad colectiva, van a trabajar las técnicas disciplinarias produciendo individuos: A “La peste responde el orden; tiene por función desenredar todas las confusiones: la de la enfermedad que se transmite cuando los cuerpos se mezclan; la del mal que se multiplica cuando el miedo y la muerte borran los interdictos. Prescribe a cada cual su lugar, a cada cual su cuerpo, a cada cual su enfermedad y su muerte, a cada cual su bien, por el efecto de un poder omnipresente y omnisciente que se subdivide él mismo de manera regular e ininterrumpida hasta la determinación final del individuo, de lo que lo caracteriza, de lo que le pertenece, de lo que le ocurre” (Michel Foucault 1998 b): 201).
Las disciplinas fabrican “una individualidad que esta dotada de cuatros características” (Michel Foucault 1998 b): 172 ) : a) celular, b) orgánica, c) genética, d) combinatoria.

1) Celular:
La disciplina construye cuadros, por el juego de la distribución espacial: “la primera de las grandes operaciones de la disciplina es, pues, la constitución de cuadros vivos que transforman las multitudes confusas, inútiles o peligrosas, en multiplicidades ordenadas” (Michel Foucault 1998 b) : 152)
Técnica de localización a partir de la división del espacio en zonas “para establecer las presencias y las ausencias, de saber donde y como encontrar a los individuos, instaurar las comunicaciones útiles (...) para poder en cada instante vigilar la conducta de cada cual, apreciarla, sancionarla, medir las cualidades o los méritos” (Michel Foucault 1998 b) : 147)
En el punto anterior, sobre las identidades colectivas, vimos que los cuerpos se confundían entre sí. Ahora, las disciplinas, a través de la distribución espacial de los cuerpos separa la masa difusa de sujetos.

2) Orgánica:
La disciplina prescribe maniobras, por el cifrado de las actividades. “a las nuevas disciplinas no les ha costado trabajo alojarse en el interior de los esquemas antiguos” (Michel Foucault 1998 b): 153) pero el empleo moderno del tiempo regula las actividades ajustado a un aprovechamiento distinto, “el recorte del tiempo se hace cada vez mas sutil” y no solo esto “ se trata de constituir un tiempo íntegramente útil” (Michel Foucault 1998 b): 154) que asegure la elaboración del propio acto según parámetros temporales establecidos de eficacia y rapidez en relación a la actitud global del cuerpo; “el tiempo penetra el cuerpo, y con el todos los controles minuciosos del poder” (Michel Foucault 1998 b): 156)
Como ejemplo de maniobra traemos la imagen que presenta Foucault cuando muestra la relación entre el soldado y el fusil, la relación entre el cuerpo y el objeto. Recordamos que en la individualidad colectiva los cuerpos se confundían con el mundo exterior. Será a través de las maniobras como el poder recortará a los cuerpos de los objetos, regulando su relación en función de un tempo medido con precisión.

3) Genética:
La disciplina impone ejercicios, por la acumulación del tiempo; “deben ser también comprendidas como aparatos para sumar y capitalizar el tiempo” (Michel Foucault 1998 b): 161) a partir de la construcción de un tiempo evolutivo en termino de génesis que se impone a los cuerpos. Los ejercicios instauran una escala graduada de complejidad creciente mediado por una prueba que permita pasar de un nivel a otro, “de suerte que cada individuo se encuentra incluido en una serie temporal” (Michel Foucault 1998 b): 163)

4) Combinatoria:
La disciplina dispone tácticas para garantizar la combinación de fuerzas, por la composición de fuerzas. Es la capacidad de constituir a partir de una combinatoria una fuerza superior a la suma de las unidades que lo componen. Esto se realiza a partir de la inserción funcional del cuerpo en relación a un todo con el cual se articula mediado con un sistema de mando.
.En relación a las dos últimas características de la individualidad moderna podemos decir que cada individuo es diferenciado según una génesis singular pero por la combinatoria esa diferencia deviene principio para insertar al individuo en un todo mayor, un espacio homogéneo, una estrategia. Diferenciar para homogeneizar.

Resumamos: el individuo producido por las disciplinas es:
1) un cuerpo localizado espacialmente; separando a los cuerpo unos de otros.
2) articulado en una temporalidad minuciosamente medida.
3) localizado en escala jerárquica
4) un punto de apoyo para una estrategia de poder

c) Crisis de la anatompolítica
“En el siglo XIX –y aún en el XX- el orden interior era proyectado, programado como una especie de disciplina exhaustiva, ejerciéndose de forma constante e ilimitada sobre todos y cada uno de los individuos” (Michel Foucault 1991 b) : 165). Pero “Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, precisamente cuando algunos estaban asumiendo la lección de que era posible que el conjunto de la organización económica y social de una nación fuese gobernada, de uno u otro modo, por el Estado central, un grupo de intelectuales europeos llegaba justamente a la conclusión opuesta”. De ellos trascendió el argumento de Friederich von Hayeck, quien mostraba que el Estado intervencionista “no solo era ineficaz y había fracasado, sino que además conducía al conjunto de naciones por un camino directo hacia un Estado total, tal y como se había manifestado en la Alemania nazi y se podía percibir aún en la Unión Soviética”(Nikolas Rose 1997: 30 )
“Apenas tres décadas más tarde, esas críticas del Estado social se fundieron dando lugar a un relevante asalto político a las racionalidades, programas y tecnologías del Welfare en Inglaterra, Europa y los Estados Unidos.” (Nikolas Rose 1997: 30 )

Pero “tal como ha funcionado hasta ahora el Estado, es un Estado que no tiene ya posibilidades ni se siente capaz de gestionar, dominar y controlar toda la serie de problemas, de conflictos, de luchas, tanto de orden económico como social”. (Michel Foucault 1991: 164) “hasta ahora el Estado ha funcionado como una especie de Estado Providencia y en la situación económica actual, ya no puede serlo” (Michel Foucault 1991: 164)
Deleuze también señala el hecho: “Estamos en una crisis generalizada de todos los lugares de encierro: prisión, hospital, fábrica, escuela, familia.” (Gilles Deleuze posdata sobre las sociedades de control
http://www.philosophia.cl) ”Sólo se trata de administrar su agonía y de ocupar a la gente” (ibídem)

En el plano nacional, situamos como acontecimiento discursivo, que marca un umbral, el discurso que pronuncia Martínez de Hoz, el día 2 de abril de 1976.
Uno de los puntos principales es la “racionalización de la administración”. Allí señala que “En el lapso de los últimos 3 años el número de argentes de la administración pública (...), ha crecido de forma sustancial. De un total de 1.421.000 a fines de 1972 pasa a 1.760.000 a fines de 1975 (...) representa un 24 %. Cabe señalar que en el decenio que va de 1961 a 1971 (...) solo aumentó un 7,4%. (...) Por ello puede pensarse que es posible encarar la racionalización de la administración central eliminando servicios superfluos y reorganizando los necesarios para lograr la mayor eficiencia con el menor costo, siempre que paralelamente se pueda ir creando un sistema viable de transferencia del personal de funciones estatales improductivas a funciones privadas productivas” (Oscar Troncoso 1986: 121).
A partir de aquí las distintas áreas institucionales del Estado fueron transformándose siguiendo el proceso de “racionalización de la administración”.
Las instituciones de encierro y las tecnologías anatomopolíticas quedan como lastre del Estado.

V) ALTERACIÓN DEL DISPOSITIVO DE SEXUALIDAD

“Concretamente, ese poder sobre la vida se desarrolló desde el siglo XVII en dos formas principales (...) Uno de los polos, al parecer el primera en formarse, fue centrado en el cuerpo-máquina (...) asegurado por procedimientos de poder característicos de las disciplinas: anatomopoítica del cuerpo humano. El segundo, formado algo más tarde, hacia mediados del siglo XVIII, fue centra en el cuerpo-especie (...) los toma a su cargo una serie de intervenciones y controles reguladores: una biopolítica de la población” ( Michel Foucault 1998 c): 168)
Al conjuntó de estos procedimientos que tienen por objeto administrar la vida los llama biopoder. Y “su articulación no se realizará en el nivel de un discurso especulativo sino en la forma de arreglos concretos que constituirán la gran tecnología del poder en el siglo XIX: el dispositivo de sexualidad es uno de ellos, y de los más importante”. ( Michel Foucault 1998 c): 170)
El biopoder moderno opera paralelamente por dos vías, las disciplinas y la regulación de las poblaciones. El dispositivo de la sexualidad constituye el punto de engarce del biopoder. Sus efectos son muy relevantes: “nada menos que la entrada de la vida en la historia (...) en el campo de las técnicas políticas” ( Michel Foucault 1998 c): 171) “Por primera vez en la historia lo biológico se refleja en lo político.” ( Michel Foucault 1998 c): 172)
Al entrar en crisis la anatomopolítica, al decrecer la intervención del poder entorno de las instituciones disciplinarias, el dispositivo de la sexualidad se altera, se produce una reorganización;. un desenganche de las dos técnicas de regulación de la vida.
Un síntoma de ello lo encontramos en la explosión mediática del porno y la industria de la pornografía. Dice J. Baudrillard “Inútil buscar qué fantasmas obsesionan a la pornografía (fetichistas, perversos, escena primitiva, etc...) pues están eliminados por el exceso de “realidad”.( Jean Baudrillard 1994: 33) Leemos este boom pornográfico como un síntoma de la mutación del dispositivo de la sexualidad. Recordemos lo que dice Foucualt “Lo propio de las sociedades modernas no es que hayan obligado al sexo a permanecer en la sombra, sino que ellas se hayan destinado a hablar del sexo siempre, haciéndolo valer, poniéndolo de relieve como el secreto. ( Michel Foucault 1998 c): 47) Es decir, el porno como exceso de realidad termina con las estrategias discursivas de hacer hablar del sexo por medio de su calificación como secreto. En el porno no hay mas fantasmas, velos, ni secretos, el coito mecánico, anatómico, animal, desplaza a “la mecánica misma de las incitaciones” ( Michel Foucault 1998 c): 47)
Otro signo de la alteración del dispositivo de la sexualidad lo encontramos en el modo en que el poder se inserta en la aparición de la epidemia del SIDA. Cuando aparece la fiebre amarilla en el Río de la Plata el dispositivo de la sexualidad ocupó un rol central en la custodia de la salud de la población, a raíz de ello surgieron innumerables disciplinas que tenían por matriz a la medicina, entre ellas el higienismo social. En cambio cuando ocurre la aparición del SIDA el poder no va a replicar las medidas tomadas a finales del siglo XIX, sino que va a dejar a los agentes vulnerables, que gestionen las condiciones de prevención, información y cuidado de los infectados; aunque acompañando como un agente más.

En resumen: La consecuencia más clara de esto es que el bio poder se aligera en lo referente a los costos, al desanudar el dispositivo de la sexualidad, y deshacerse de la anatomopolítica. En adelante el único biopoder en las sociedades post-disciplinarias será la biopoliItica.


VI) MUTACIÓN DEL BIOPODER

La reorganización del dispositivo de sexualidad produce efectos sobre el biopoder. O mejor dicho, el hecho de que la anatomopolítica deje de ser una parte activa del ejercicio del poder, para transformarse en lastre, en herencia costosa, afecta a la biopolítica (o control de las poblaciones), que en las sociedades disciplinarias sólo era uno de los niveles del diagrama.
En los términos de economía de poder, la biopolítica ya no comparte con las anatomopolítica los recursos disponibles en el nuevo diagrama del bio poder. Ahora la única parte activa de la política del Estado es la biopolítica. “Son las sociedades de control las que están reemplazando a las sociedades disciplinarias” (Gilles Deleuze posdata sobre las sociedades de control
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Una señal de la irrupción de la mutación de la biopolítica en la escena Argentina la encontramos en un texto de Víctor Armony y de Gabriel Kessler, “Imágenes de una sociedad en crisis. Cuestión social, pobreza y desempleo” donde Hace referencia al Plan Alimentario Nacional (PAN) ”Desde la óptica de las políticas sociales, marca ciertas innovaciones en el plano nacional, acorde a los lineamientos que empiezan a propagarse internacionalmente. Se trata de un plan focalizado, en un país acostumbrado a políticas universalistas" (...) ”es la primera vez que la alimentación entra dentro de los bienes a distribuir por el Estado, en escala tan grande” (Víctor Armony y Gabriel Kessler 2004: 100), (700.000 familias beneficiadas).
“Simbólicamente no se trata de un cambio menor, ya que esto va contra algunas de las representaciones más clásicas de la “dignidad” del trabajador: poder alimentar a su familiar con el producto de su trabajo. Recordemos que estamos todavía en un período de desempleo relativamente bajo, por lo que es de suponer que muchos beneficiarios del PAN están en el mercado del trabajo” (Víctor Armony y Gabriel Kessler 2004: 100), “la distribución de alimentos suscitó en esos años un fuerte shock cultural” (...) “la clase media en caída, aun casos de extrema necesidad, se niega rotundamente a pedir la “caja PAN”; para los nuevos pobres, eso era para los “verdaderos pobres”. (Víctor Armony y Gabriel Kessler 2004: 101)
En este ejemplo aparece lo que queremos mostrar en relación a la mutación de la biopolítica. La población, o masa, producida en la sociedad disciplinaria, aunque contempla los procesos biológicos del conjunto, encuentra la resistencia simbólica que marca el ejemplo de la caja PAN. A la población, producida por la biopolítica, se le resiste el pueblo trabajador y sus recursos simbólicos. En cambio en la biopolítica post disciplinaria, las resistencias de orden simbólico, representacional o ideológicas han sido barridas. De este modo la simple vida biológico de las poblaciones deviene el único y exclusivo objeto de las políticas del Estado.
La biopolítica en la sociedad disciplinaria es uno de los niveles de aplicación del diagrama de poder, que a través de distintos dispositivos, por ejemplo el de la sexualidad, se coordina y engarza con la anatomopolítica. Pero en la sociedad de control entran en crisis la anatomopolítica, se reconfiguran los dispositivos de poder que engarzan los dos niveles de aplicación de la racionalidad estatal y ello produce mutaciones en la biopolítica. “Los griegos no disponían de un término único para expresar lo que nosotros entendemos con la palabra vida. Se servían de dos términos, semántica y morfológicamente distintos, (...) zoe, que expresa el simple hecho de vivir, común a todos los seres vivos (animales, hombres o dioses) y bios, que indicaba la forma o manera de vivir propia de un individuo o un grupo” (Agamben 2002: 9). La mutación post-social de la biopolítica la entendemos como “el ingreso de la zoe en la esfera de la polis, la politización de la nuda vida como tal, constituye el acontecimiento decisivo de la modernidad, que marca una transformación radical de las categorías político-filosóficas del pensamiento clásico” (Agamben 2002: 13). Entiéndase que en la cita de G. Agamben el pasaje de lo clásico a lo moderno está marcado, según su desarrollo teórico, por la posibilidad de los campo de exterminio nazis. Esto es el final de la II guerra mundial.

En resumen: La biopolítica del control de poblaciones ha devenido, de nivel complementario, en los diagramas del bio poder moderno, a técnica exclusiva del bio poder post disciplinario. Podemos decir que en la sociedad de control, biopolítica y biopoder coinciden por completo.

VII) CORRIEMIENTO DEL ESTADO Y AUTOGESTIÓN DE LO SOCIAL
Asistimos a un proceso de “desinversión” del Estado; y al mismo tiempo a la constitución de un consenso social, que va a significar una regulación espontánea a través de los propios agentes implicados;. “una desgubernamentalización del Estado y hacia una desestatización del gobierno” (Nikolas Rose 1997: 35).
A esto se refería Foucault cuando hablaba de “una especie de “desinversión”, como si el Estado se desinteresase de un cierto número de cosas, problemas y de pequeños detalles hacia los cuales, había hasta ahora considerado necesario dedicar una atención particular”(Michel Foucault 1991: 164/165)

Las sociedades de control practican nuevas técnicas de gobierno ya que “conciben a esos actores de forma nueva como sujetos de responsabilidad, autonomía y elección, y tratan de actuar sobre ellos sirviéndose de su libertad” (Nikolas Rose 1997: 33 ) El corrimiento de la responsabilidad del Estado va a producir que la sociedad comience a autogestionar aspectos de la vida cotidiana que antes quedaban a cargo de aquel. “La regulación de la conducta pasa a ser así un asunto ligado al deseo de cada individuo de dirigir su propia conducta libremente con el fin de lograr la maximización de una concepción de su felicidad y realización personal…” (Nikolas Rose 1997: 38 )

Las técnicas de gobierno pueden ser, del gobierno de sí, como del gobierno de los otros; es decir tecnologías del yo y tecnología de poder. En la sociedad post disciplinaria “se produce la implantación de una forma de gobierno que actúa a través de la conformación de poderes y voluntades de entidades autónomas” (Nikolas Rose 1997:36 )
Las prácticas de control, a la distancia, en un espacio abierto, sobre las poblaciones, son tecnologías de poder. Pero las nuevas prácticas de gobierno, relativas a la autonomía y autogestión, no son técnicas de poder sino tecnologías del yo. Queremos enfatizar esta diferencia. Las nuevas técnicas de gobierno neoliberal implican a grandes rasgos, el control de la población y la autonomía del sujeto. Pero unas son técnicas del poder y las otras del yo.
Establecida la distinción queremos mostrar que los procesos de dividuación no son un nivel más complejo de los procesos de individuación. Estos son una tecnología del poder y los otros del yo.

En las nuevas sociedades de control operan nuevas tecnología de gobierno: el control de las poblaciones y las tecnologías del yo. El dispositivo de la sexualidad ya no ocupa el lugar de engarce de las técnicas de gobierno. Ahora “un nuevo dispositivo que integra a los sujetos en un nexo moral de identificaciones y lealtades (…) que parece representar las opciones más personales” (Nikolas Rose 1997:37 )
Sociedades disciplinarias: biopolítica y anatomopolítica enlazada en el dispositivo de sexualidad:.
Sociedad de control: biopolítica y tecnología del yo enlazadas en una dispositivo moral.
“lo que comienza siendo una norma que debe ser implantada en el interior de los ciudadanos puede ser reformulada como una demanda que los ciudadanos pueden hacer a las autoridades. Los individuos tienen que convertirse en expertos de sí mismo” (Nikolas Rose 1997:38 )
El problema es determinar el modo en que sucede esa reformulación. E insistimos, entre la implantación de la norma y la demanda de los ciudadanos no hay continuidad evolutiva de las tecnologías de gobierno.

VIII) EMERGENCIA DE LOS PROCEDIMIENTOS DE DIVIDUACIÓN.
En el ceno de esta autogestión, de este consenso, emergen las técnicas de producción de dividuos, que podemos tratar como una rama de las tecnologías del Yo.
“El lenguaje numérico del control está hecho de cifras, que marcan el acceso a la información, o el rechazo. Ya no nos encontramos ante el par masa-individuo. Los individuos se han convertido en “dividuos”, y las masas, en muestras, datos, mercados o bancos. (...) El hombre de las disciplinas era un productor discontinuo de energía, pero el hombre del control es más bien ondulatorio, en órbita sobre un haz continuo. Por todas partes, el surf ha reemplazado a los viejos deportes.” (Gilles Deleuze posdata sobre las sociedades de control
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Decir que el hombre del control es más bien ondulatorio, en órbita sobre un haz continuo, es decir que el hombre contemporáneo de la sociedad de control no es el individuo que permanece igual a sí mismo sino que cambia, se altera; pero no en el sentido en el que lo hacía el hombre de la sociedad disciplinaria
El hombre de la sociedad disciplinaria también era cambiante, pero su alteración respetaba cierto trayecto fijado por la cadena de instituciones que tenía por destino recorrer. “El individuo no deja de pasar de un espacio cerrado a otro, cada uno con sus leyes” (Gilles Deleuze posdata sobre las sociedades de control
http://www.philosophia.cl) . El devenir del individuo está reglado por las instituciones disciplinarias. En cambio el Dividuo se altera en los distintos intentos por adecuarse al eje, o haz continuo; y no siguiendo un patrón institucional determinado.
¿Qué es este eje? ¿qué efectos produce en la subjetividad la adaptación a él? Respecto de esta nueva subjetividad ondulatoria que se adapta a un eje constante, existe en el libro Sucesos Argentinos de Ignacio Lewkowicz y asociados, una nota interesante “Antropología del capital financiero”
“El default nos reveló en qué consiste la dominación del capital financiero. A diferencia de los poderes de cuño estatal, que dominan fijando, prescribiendo, adscribiendo los cuerpos a los lugares, las tareas o discursos, el capital financiero condiciona escapándose. En caso de no hallar condiciones adecuadas apara la ganancia máxima, se retira hacia otro punto de su tablero global. Su efecto es la sequía de capitales”(Lewkowicz y asociados 2002: 233.) Esto respecto del haz continuo, que en el argumento citado se presenta como flujo inconstante, fluctuación cambiante.
Respecto a la subjetividad que ondula en torno del eje o haz de capitales dice: “La superpoblación relativa constituía también un destacamento necesario: ejercito industrial de reserva” (...) “En condiciones de capital financiero, la superpoblación es el dato primordial. Nadie es necesario hasta que demuestre lo contrario. Esencialmente, cada uno es superfluo. Una operación de ligadura valorizadora lo conectará con el flujo de capital mientras colabore con ese proceso desesperado de valorización. Caso contrario, caerá desenganchado, sin arraigo en la humanidad instituida. La condición humana en la era del capital financiero deviene esencialmente contingente” (Lewkowicz y asociados 2002: 234.)

En resumen, el haz continuo de Deleuze o el flujo cambiante de capital financiero de Lewkowicz ; el hombre ondulatorio; o la humanidad contingente. Teniendo estas condiciones como marco de referencia, se desarrollan las técnicas de dividuación, tecnologías de sí mismo; en la permanente modulación entorno del haz continuo, o lo que es igual, en los distintos intentos de la subjetividad por conservar la humanidad (ahora contingente) gracias a la conexión al flujo de capital financiero.
La dividuación es el efecto de técnicas de gobierno de sí mismo orientadas a permanecer conectadas al haz continuo o flujo de capitales financieros. El sujeto intenta permanentemente adecuarse al principio donador de humanidad y para ello debe ser flexible, cambiante, para adecuarse sin resistencias.
La coherencia biográfica del individuo , su estructura psíquica, la condición de ser siempre igual a sí mismo, resulta un obstáculo en las nuevas condiciones de humanidad contingente. El individuo es un obstáculo para los nuevos criterios de adecuación. La dividuación de la subjetividad es el resultado de una adecuación eficaz en las nuevas condiciones de humanidad contingente y flujos de capitales financieros.
El dividuo queda determinado exhaustivamente en cada situación y el perfil o la identidad situacional, las distintas determinaciones no tienen exigencias de integrarse en una identidad. Des estructurar la identidad individual para multiplicar los actos de consumo. La estructuración de una férrea identidad hace que la subjetividad no consuma todo lo que podría. En cambio si su indetidad es fragmentaria y situacional, es decir dividuada, los actos de consumo pueden multiplicarse.*


X) EXCLUSIÓN CONTEMPORÁNEA

En Historia de la locura Foucault presenta un esquema de la constitución de la ratio occidental moderna sobre una serie de particiones históricas. “En la universalidad de la ratio occidental, está esa partición que es Oriente – Occidente”;
“Habrá también otras particiones: en la unidad luminosa de la apariencia la partición absoluta del sueño”. Y “Habrá que hacer la historia también, y no sólo en términos etnológicos, de las prohibiciones sexuales” (...) “Finalmente, y en primer lugar, hay que hablar de la experiencia de la locura” (Michel Foucault 1999: 122)
Una serie de particiones sirve de zócalo para la exclusión-reclusión de la locura. La locura no es negada, en la modernidad, en la época asilar; su existencia como enfermedad mental es producida en las instituciones de encierro.
Lo excluido en la sociedad de control adquiere nuevas características. La exclusión opera en dos direcciones nuevas:
a) expulsa al excluido, pero éste no va a tener estatuto ontológico, es el no consumidor. Lo cual deviene un problema para la constitución de la identidad del nosotros. Sin la existencia del excluido, por expulsión, no tenemos para el consumidor un espejo que refleje una identidad homogénea. No hay un grupo identitario de consumidores; la fragmentación es un hecho. El modelo disciplinario opera según la matriz de “Tratar a los “leprosos” como “apestados” (Michel Foucault 1998 b): 202).Si la disciplina se erige en la yuxtaposición del modelo de la lepra y de la peste los mecanismos contemporáneos pueden caracterizarse por la conjunción de la determinación negativa del excluido y el modelo de la lepra. Como con la locura en la época clásica como no-razón o sin-razón y el modelo de la lepra, exclusión de lo que no es.

b) Exclusión fragmentada e imaginaria. No hay un grupo, porque lo expulsado no es. En lugar de un grupo definido de consumidores tenemos fragmentos. Por lo tanto, la constitución de la identidad requiere de la exclusión de los otros fragmentos. Contrario al expulsado sí gozan de estatuto ontológico. Pero la consistencia de estas entidades es desde el punto de vista de nuestro fragmento. Los otros fragmentos son, aunque su consistencia sea imaginaria. En cambio los expulsados no son, ni siquiera imaginariamente.
Nosotros, fragmento que habitamos, nos constituimos por especularidad imaginaria frente a otro fragmento; el cual no está presente, sino representado; el otro solo nos llega por su imagen, tecnológicamente sostenida y producida; enfriamiento del lazo social.
Los que eran los otros, en las sociedades disciplinarias, los excluidos-recluidos, ahora no son, quedan fuera de toda especulación. Los viejos otros, los anormales de la sociedad disciplinaria, son los expulsados contemporáneos.
Si el Hombre normal se construye en la modernidad sobre la figura del anormal (niño, loco, delincuente) el hombre actual ya no se erige sobre el fondo de lo anormal, sino en el concierto de multiplicidades y de la buena moral relativista. Ya no es el hombre, sino todas las variantes de la multiplicación relativista: hombre, mujer, niño, negro, ario, asiático, latino, cristiano, islámico, etc... Muchos espejos, y la buena tolerancia de las diferencias singulares. Pero detrás de esta correcta moralina se esconde un proceso de brutal expulsión de lo que no es, el no consumidor.

Ahora bien, lo que es, como se constituye, si ya no es sobre el otro anormal. Esas singularidades múltiples, no son sino enquistamientos locales de grupos y colectivos que se determinan unos a otros en un laberintos de espejos.
Entonces, ya no somos uno, determinado como tal frente a otro (excluido - recluido). Ahora lo que somos depende del fragmento que eventualmente se ubique frente a nosotros, y si nos atenemos a lo inestable de las relaciones contemporáneas, seremos pues cada vez, lo que se refleje en el fragmento que circunstancialmente nos enfrente. No seremos ya para siempre igual a nosotros mismos.

IX) RELACIÓN ENTRE PROCESOS DE INDIVIDUACIÓN Y DE DIVIDUACIÓN
La producción de dividuos no desplaza a la de individuos, sino que se agrega como estrato. Cuantitativamente es menor que esta, pero la relación entre amabas tecnologías es como la relación entre el trabajo industrial y el trabajo inmaterial del que habla Tony Negree en el libro Multitud. “En los últimos decenios del siglo XX, el trabajo fabril perdió su hegemonía y en su lugar emergió el “trabajo inmaterial”, es decir, el trabajo que crea bienes inmateriales, como el conocimiento, la información, la comunicación, una relación o una respuesta emocional”( Tony Negri 2004: 136)
“Cuando postulamos que el trabajo inmaterial tiende a asumir la posición hegemónica no decimos que en el mundo actual la mayoría de los trabajadores se dediquen fundamentalmente a producir bienes inmateriales. Muy al contrario...” (Tony Negri 2004: 138) “El trabajo inmaterial es una parte minoritaria del trabajo global y además se concentra en algunas regiones dominantes del planeta. Lo que sostenemos es que el trabajo inmaterial ha pasado a ser hegemónico en términos cualitativos, y marca la tendencia a las demás formas de trabajo y a la sociedad misma. En otras palabras, el trabajo inmaterial se encuentra ahora en la situación en que estaba el trabajo industrial hace ciento cincuenta años, cuando representaba una pequeña fracción de la producción global y se hallaba concentrado en una parte reducida del mundo, pese a lo cual ejerció su hegemonía sobre todas las demás formas de producción. Y lo mismo que en aquella fase tendieron a industrializarse todas las formas de trabajo y la sociedad misma, hoy el trabajo y la sociedad se informatizan, se hacen “inteligentes”, se vuelven comunicativos y afectivos” (Tony Negri 2004: 138)
Esto quiere decir que la producción de individuos, la anatomopolítica, sigue siendo cuantitativamente más importante; pero en lugares específicos, y minoritarios desde la cantidad, se comienza a producir dividuos; y esta producción emerge como hegemónica, marcando la tendencia al resto de las tecnología de gobierno.


Resumen
Algo se pierde, algo muta, algo emerge: la anatomopolítica queda configurada como lastre, herencia pesada para el poder; la biopolítica que surge a principios del siglo XIX en Europa; y en el Río de la Plata a finales del mismo; muta, afectada por las nuevas tecnologías, dando cuerpo a la sociedad de control. Y por último, algo emerge, las técnicas de producción de dividuos. Estas últimas emergen a raíz de un corrimiento del Estado, o de su responsabilidad; dejando en manos de la sociedad, o del sujeto, la responsabilidad de auto engendrase.. En esta autogestión, a partir de ella, y también afectada por la revolución tecnológica, aparecen las técnicas de producción del dividuo, asociadas al marketing, a la mercantilización de la imagen, a la sociedad del espectáculo, a la complejización del mercado, la transformación de las prácticas de producción, intercambio, circulación y de consumo; así como también del ocio y diversión.
Los procesos de dividuación irrumpen en el corazón de las tecnologías del yo, favorecidas por el corrimiento del Estado y la crisis de la anatomopolítica.
La determinación de las subjetividades contemporáneas conocen tres procedimientos, 1) una anatomopolítica menguada, en retirada; 2) la producción localizada y aislada de dividuos; 3) y una biopolítica que coloca a la “nuda vida”, o al simple viviente, en el centro de toda política.

XI) LA CRÍTICA ENVEJECE
Una diferencia destacable es que en la sociedad disciplinaria el poder imponía la individualización sobre una multiplicidad indeterminada de elementos subjetivos. En cambio en la sociedad de control el gobierno impone la indeterminación de las individualidades, la producción de dividuos.
En el contexto disciplinario el poder avanza sobre lo indeterminado produciendo unos, individuos. En ese contexto la operación crítica está orientada a promover todo tipo de situaciones que propicien la multiplicación y disolución del individuo.
Si el gobierno opera en la sociedad de control, produciendo dividuos, ¿cómo queda posicionada la operación crítica entonces? ¿Puede seguir siendo critica la multiplicación de lo indeterminado cuando las condiciones de socialización apuntan a una subjetividad dividuada?

Andres Pezzola


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