jueves, 23 de julio de 2009

filosofía y arte de la guerra

Son tres imágenes que se corresponden con tres momentos de la subjetividad, o del pensamiento: modernidad, modernización y posmodernización. La primera es la escena donde el sujeto hace su entrada sobre un fondo de estrategias heredadas. La modernización es la emergencia de estrategias centradas en los sistemas, en los procesos, en las estructuras. Estas estrategias surgen denunciando críticamente la ilusoria existencia del sujeto autónomo, aquél que había inaugurado la modernidad. Para el pensamiento de la modernización el sujeto no es causa de, sino efecto, efecto de una organización que subyace y lo determina. Por último tenemos la posmodernización. Es la escena donde se desanudas las regularidades fijadas sólidamente por la estructura. En ellas la estrategia debe asumir el grado radical de contingencia; luego veremos a qué me refiero.
1) Modernidad
A principios del siglo XIX irrumpe el sujeto en el arte de la guerra. Lo hace sobre las estrategias tramadas a partir del saber heredado, fundado en el heroísmo y una tradición bélica densamente ritualizada. Veamos la siguiente escena. Se desarrolla una batalla. En cierto momento los que están a cargo de uno de los ejércitos, el monárquico, evalúan que hay condiciones tácticas para la victoria. Como estas tropas solían ser nobles, mercenarios, o levados a la fuerza, nadie quería, en última instancia, batallar. Entonces, como se estilaba tradicionalmente, se enviaban emisarios al enemigo haciéndole ver las ventajas tácticas que se habían logrado para forzar una rendición, y evitar el derramamiento de sangre. Esto funcionó así por mucho tiempo. Pero en un momento el sujeto ingresa en el arte de la guerra, bajo la forma de Ejercito Nacional. Cuando los emisarios de los ejércitos monárquicos llegaban a negociar la rendición, de los supuestos aventajados tácticos, las tropas nacionales respondían: “Así? estamos en desventaja táctica? Bueno, vengan y sáquenos”. Los nobles no querían terminar su vida noble tan rápido, los mercenarios no aceptaban riesgos tan altos, y los levados, si podían, desertaban. Eso es sujeto, el ejército nacional, sobre un fondo de inerte saber bélico.
2) Modernización.
En la guerra el nivel de profesionalización significó la formación del complejo militar industrial. La profesionalización se da tanto en el ejército, (es decir en la fuerza de destrucción), como en la producción, (creció tanto que fuepreciso crear una nueva palabra para designar esa área del aparato militar: la logística).
La optimización del poder de producción abre una lógica nueva, la guerra económica, dos ejemplos: a) durante la guerra en el Océano Atlántico los alemanes habían infectado el mar con submarinos tratando de bloquear las islas británicas, la cantidad de barcos hundidos era enorme, entre marzo y julio de 1942 los alemanes habían hundido 2.373.000 de toneladas. Pero más enorme aún era la capacidad productiva de EEUU, quienes lograban botar un buque carguero Liberty por día. La capacidad productiva del complejo militar industrial aliado superó ampliamente la capacidad destructiva de la marina de los alemanes; b) el otro ejemplo se refiere al combate de tanques. Es sabido que los alemanes lograron producir los tanques de mayor calidad, sin embargo no en mayor cantidad. Las estadísticas cuentan que por cada panzer alemán destruido eran puestos fuera de combate siete tanques Sherman aliados. En el bando soviético, “se calculaba que a principios de 1945, los tanques del ejército rojo luchaban diez contra uno”
[i].
Ya no basta el acto subjetivo del ejército nacional, ahora es preciso que una estructura, fundamentalmente productiva, gane la guerra.
3) Posmodernización
El mundo bipolar, la guerra fría, se calentaba en los márgenes. En Vietnam, medio oriente, en centro América, en África, por todos lados la hipótesis general del conflicto OTAN vs. Pacto de Varsovia, se actualizaba y se corregía. En ese proceso se logró, a ambos lados del conflicto, estabilizar cierta estructura del acontecer bélico. Las contingencias eran datos menores en el devenir del conflicto. Pero llegó un día, del año 1989, que una de las parcialidades se desmoronó: cae la URSS. Esto altera el universo bélico, sus actores, las estrategias y las tácticas. Fue en ese mismo año que los EEUU botaban su primer avión invisible al radar. Pensado para poder atacar a la URSS, cuyo sistema de defensas anti aéreas se organizaba en modernos sistemas de radar, el avión F 117 tiene su bautismo el mismo año que su hipotético enemigo se esfuma del universo bélico. El bautismo de fuego lo hizo en Panamá, dejando caer bombas sobre un ejército que carecía absolutamente de radares. Y un poco después, creo que en 1996, fue derribado el primer F 117; fue en Kosovo, otro precario ejercito sin radar. Un funcionario yanquee, a quién se lo señalaba como responsable, dijo “qué vamos a hacer, las balas no tienen radares!”. El espacio bélico es la contingencia pura, es la timba de miles de balas lanzadas azarosamente. Ya no es el espacio regular monitoreado por radares. Es la fortuna de los artilleros y los pilotos: de nada sirven los aviones invisibles en este cielo.
Concluimos, modernidad: el sujeto, en el corazón de las tácticas heredadas, irrumpe y vence. Modernización: aparece el carácter superficial de un sujeto autónomo; revelándose que lo determinante se halla en las estructuras. Por último, la posmodernización, que es el desmoronamiento de las regularidades, o de otro modo: la contingencia deja de ser un dato y pasa a ser la condición inicial.

[i] Selecciones del Reader´s Digest; Gran Crónica de la Segunda Guerra Mundial; vól. 3, pág. 335

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