miércoles, 12 de enero de 2022

HACER LA TEMPORADA Y CORRIDA DE PRECIOS




Estoy en el chino del pueblo costero. Llevo una bolsa de carbón: "$290" me dice la cajera. Se corrige "No para, $320!!! en la cara10% de aumento. 

Voy al bazar playero, delante mío una señora compra regalos de reyes. La vendedora se confunde los precios, no se los sabia. Agarra el celular  y meta llamar a alguien que le pasa los nuevos números. Y cada vez que la clienta le pregunta cuanto cuesta algo, del otro lado del teléfono, ZAS!!!  

Otro día. Voy al super. compro un repasador. En la caja delante mío una chica con un mate. Pasa el mate y no sale el precio, pasa el repasador y no sale el precio. ¿Cómo se llama la obra? están tocando tanto los códigos que el sistema de escaneo de las cajas se cae. Salgo del super y paso por un bar. Pido un volante. En casa quiero ver la carta con el código QR: no anda. ¿adivinen porque? porque están cambiando los precios.



Contaba el otro día la alegría de los vendedores ambulantes por la buena temporada. Es muy fuerte ver el contraste con la actitud de los comerciantes locales. La ambición desenfrenada de unos y la alegría satisfecha de los otros.   

Obvio que no digo que todos los comerciantes son avaros y todos los laburantes son buenos. De echo conversando sobre ello me señalaban que los laburantes no tienen la posibilidad de modificar directamente su sueldo, como sí la tienen los comerciantes con los precios. 



Sólo transmito impresiones. Veo a unos crispados, avaros, tratando de pescar hasta el ultimo peso. Y veo a otros, vendedores, mozos, cocineros, conductores, etc... alegres, satisfechos, porque esta funcionando, porque hay mucha gente, porque gastan...

Sólo eso, crispación, avaricia e inflación; versus alegría, satisfacción y laburo



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